
Según explica la NASA - National Aeronautics and Space Administration, a los astronautas se les ordenó refugiarse en las cápsulas acopladas durante dos horas después de la prueba militar ruso como precaución por si fuera necesaria una escapada rápida. La Estación Espacial Internacional estuvo orbitando a través o cerca del cúmulo de escombros cada 90 minutos, hasta que al cabo del tercer paso los especialistas determinaron que era seguro para la tripulación.
El Comando Espacial de EE.UU lleva varios años siguiendo estos test rusos. En 2020 se informó de dos pruebas, pero no parecieron destruir ningún objetivo en el espacio. Ahora, Rusia habría probado estos misiles para destruir un viejo satélite, el Kosmos 1408.
Desde la agencia Роскосмос se informó que todo fue un procediendo estándar por parte de la International Space Station, y que al paso de poco tiempo ya se encontraba en zona verde.